Carballo de Santa Margarita, 3º Premio Mejor Árbol de España
El Carballo de Santa Margarita ha resultado ser el merecedor del 3º Premio como Mejor Árbol de España 2017 dentro del concurso del Árbol Europeo del Año. Un premio que pone de relieve la importancia natural del ser vivo más longevo de Galicia.
El concurso del Árbol Europeo del Año se creó en el año 2011 del que forman parte las instituciones Tree of Year, Bosques sin Fronteras e Investigación y Divulgación del Medio Ambiente. Al terminar los concursos nacionales, los ganadores participan en el concurso europeo, del que sale el árbol ganador de Europa.
El objetivo de Árbol Europeo del Año es destacar los interesantes árboles viejos como un importante patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger. En el Árbol Europeo del Año, a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad sino la historia y la conexión con las personas. En este concurso se apuesta por árboles que se hayan convertido en una parte integrante de su comunidad en su sentido más amplio.
El Carballo de Santa Margarita se ubica en la parroquia de Mourente, Pontevedra, dentro de un entorno urbano formado por una plaza cerrada, una fuente a la que se le atribuían «poderes milagreiros» en donde se curaba la lepra en tiempos pasados, un banco de piedra circular y la capilla de Santa Margarita.
El Carballo de Santa Margarita es el indiscutible protagonista del lugar. Se trata de un árbol tipo Quercus Robur L. Los expertos calculan unos 500 años de vida, quizás algunos más. Gracias al paso de varios siglos cuenta con un destacado volumen: 18,40 m de altura, 8,50 m de perímetro normal, 21,35 m de diámetro en su copa. Sus notables carácterísticas físicas han sido determinantes para que haya pasado a formar parte del Catálogo de Árbores Senlleiras de la Xunta de Galicia, además de ser una joya natural reconocida en el conjunto de la sociedad pontevedresa.
Además, la historia ha querido que sea el Carballo de Santa Margarita el fiel y silencioso vecino protagonista del paso de tantos y tantos avatares y acontecimientos que se han desarrollado, en ocasiones, bajo su propia copa y hojas. Por méritos propios y sentimentales es «el carballo más glorioso de Galicia». Debemos cuidarlo y protegerlo. Debe seguir siendo el silencioso y atento notario de nuestra historia.