Costa do Dexo y los ríos de lava de Seixo Branco
Entre los mejores recursos naturales existentes en el norte de Galicia debemos destacar la riqueza paisajística y geológica de la Costa do Dexo e Serantes. Se trata de un tramo de litoral atlántico de 11 kms ubicado en el Golfo Ártabro, concretamente entre la desembocadura de la Ría de Betanzos y la Ría Coruña. Constituye el núcleo más significativo de la Comarca de las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo ubicado en su totalidad dentro del término municipal del Concello de Oleiros, entre la Punta de Mera y el Puerto Lorbé.
Gracias al importante valor natural de la Costa do Dexo e Serantes formado por acantilados, cuevas marinas, islotes, furnas, vegetación de herbazales y matorral y la fauna característica; el espacio constituído por 347 ha es una Zona Especial de Conservación y además ha sido declarada Monumento Natural en el año 2000. Debemos sumar otras declaraciones como Lugar de Importancia Comunitario (LIC). Pertenece a la Rede Natura 2000 y, además, se le considera la cabecera de la Reserva de la Biosfera de las Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo cuya declaración en el año 2013 permitió poner en valor un gran espacio de enorme valor natural en la franja norte de la Provincia de A Coruña.
Vegetación, Endemismos y Fauna
En toda la superficie que forma la Costa do Dexo e Serantes están presentes 18 hábitats de interés comunitario, destacando los acantilados con vegetación de las costas atlánticas y bálticas y los brezales secos y brezales húmedos atlánticos de zonas templadas y brezo en cruz, considerado junto con los bosques aluviales de aliso y fresno, jaguarzos, pinos marítimos, carballos, sauces; como hábitats prioritarios para la conservación de la Red Natura 2000.
Este espacio acoge varias especies de plantas que son endemismos gallegos y del noroeste ibérico muy marcados por las duras condiciones climatólógicas (fuertes vientos, elevada insolación, alto nivel de salitre): la margarita mayor, la angélica, las callejas marinas, aulagas, la acedera o el toxo costero, fento marino, la herba de namorar o la festuca.
En las grietas y repisas de los acantilados, donde las condiciones de vida son más duras por la cercanía al mar, muy pocas plantas, como el helecho mariño, la armeria o el perejil de mar; son quien de resistir el azote de los fuertes vientos marinos.
Aquí también encuentran cobijo varias especies de fauna de interés comunitario como el sapillo pintojo ibérico, el lagarto verdinegro, el murciélago ratonero grande, el murciélago pequeño de herradura y el murciélago grande de herradura, e incluso la nutria. Las islas, acantilados y furnas son lugar de descanso y nidificación de aves marinas como la gaviota patiamarilla o el cormorán moñudo, el vuelvepiedras común, el negrón común, el vencejo real, el cernícola vulgar, la corruca rabilarga, pero también de aves terrestres poco abundantes como el vencejo real o el halcón común.
Importancia Geomorfológica de los Acantilados
A una altitud que varía entre los 0 y 81 metros de altitud a lo largo de los 11 kms que componen la Costa do Dezo-Serantes se advierten pequeñas calas y ensenadas, espectaculares cuevas marinas (furnas), islotes como los de Ínsua de Montemeán o la Marola y los escarpados acantilados cuya formación geomorfológica resulta de gran importancia y enorme valor orogénico.
Desde el punto de vista geológico, la zona se encuadra en la unidad de esquistos cristalinos de Bergondo, pertenecientes al Complejo de Ordes, una de las formaciones orogénicas más antiguas de Galicia, originada hay 400 millones de años durante la Orogenia Herciniana. Se trata de rocas metamórficas que se erosionan fácilmente por meteorización física (el viento, el mar …), lo que se refleja en este paisaje de acantilados fuertemente desgastados.
Destaca la Punta do Seixo Branco por su veta formada mayoritariamente por cuarzo, que le da nombre a este lugar. Este llamativo filón de color blanco, único en esta costa, se formó con posterioridad a los acantilados de los aledaños: el magma ascendió desde el interior de la Tierra aprovechando una grieta entre los esquistos y rápidamente se solidificó cerca de la superficie tras enfriarse. con el paso del tiempo la roca se fue erosionando adoptando el aspecto que vemos hoy.
Los procesos geológicos siguen vivos y acentuados por la capacidad erosiva del mar por lo que se aprecian fases diversas en la formación de cuevas marinas que con el paso del tiempo se transformarán en furnas que se acabarán derribando por el punto más débil para convertirse en islotes pegados a la costa. Como consecuencia el perfil de esta costa es serrado, con calas y ensenadas, algunas terminadas en pequeñas playas encajadas (Fontenla, Canabal, Porto de Dexo, A Garroteira …), las furnas (Ollo pequeno, A Regocha, y Ollo Grande) y algunos islotes (Insua do Seixo, O Marolete, A Marola, Serrón da Torrella), de media o baja altura en general.
La mano del Hombre
Toda la riqueza natural, geomorfológica, y paisajística componen el atractivo principal para el visitante que quiere disfrutar y vivir un área de enorme potencialidad turística -aconsejamos ir acompañados de los guías turísticos de Guíate Galicia-. Algunos de ellos claramente involucrados con el paso del tiempo y la acción del hombre. De hecho, en las diferentes rutas perfectamente señalizadas se pueden distinguir restos arqueológicos de hasta 4 castros (el castro de Subiña, el de Castromén, punta Roza e o de punta Torrella), restos de antiguas baterías de defensa militar de los años veinte dotadas de almacenes, garitas de vigilancia, fosos de seguridad, bunker … Como valor añadido a lo natural no puede faltar la riqueza gastronómica que aporta el embravecido mar: el pulpo, el percebe, la centolla, la nécora o el mejillón … comercializado en el Pueto de Lorbé.
Para salvaguardar la seguridad del tráfico marítimo ayudando en la navegación de los pesqueros y buques por las peligrosas aguas del Golfo Ártabro, en 1917 se levantaron 2 faros de planta octogonal, los Faros de Mera, con terrazas decoradas con elegantes balaustradas de celosía. Sus focos eléctricos son poligonales y alumbran a una distancia de 8 millas. El Faro Grande está situado a 81 m sobre el nivel del mar y a 300 m tierra adentro. El Faro Pequeño se levanta en línea costera a 56 m sobre el nivel del mar próximo a la antigua casa del farero, hoy rehabilitada a modo de Centro de Recepción de Visitantes y Aula de la Naturaleza. Aula que funciona como punto de partida para los visitantes después de ser vista la exposición interpretativa permanente de los valores y atractivos de la Costa do Dexo-Serantes, distribuída en dos salas e dos miradores acristalados, una amplia terraza y puntos de observación ornitológica. Con toda la información recibida y provistos de mapas recomendamos salir al paso de las diferentes rutas para conocer cada uno de los recursos naturales y geológicos que conforman el Monumento Natural y Reserva de la Biosfera, la Costa do Dexo-Serantes.
Y muy cerca puedes visitar la ciudad de A Coruña, el Faro Torre de Hércules y las características Galerías de la Marina.