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La Casona de los Duques de Terranova

La Casona De Los Duques De Terranova

La casona de los duques de Terranova, situada en Vilagarcía de Arousa, lleva varios años abandonada ante el asombro del pueblo. La maleza rodea a un casoplón situado en una parcela de 37.000 metros cuadrados de superficie. El edificio, de 23 por 22,60 metros, tiene tras de sí un largo historial de disputas familiares, okupas y cambio de unas manos a otras. La casona hace décadas que no pertenece a los actuales duques de TerranovaGonzalo de la Cierva y Patricia Olmedilla, a pesar de lo que indica su denominación. Fuentes cercanas a la familia confirman que hace mucho tiempo que está en manos de Cierva García Bermúdez, otra rama de la familia. De hecho, el paso del palacete de una rama familiar a la otra conllevó en su días varios líos con herencias. Eso ha hecho que, desde los años 50 del pasado siglo, la casona de los Duques de Terranova haya sido abandonada casi de forma progresiva por sus propietarios actuales. Desde entonces, se ha planteado sin éxito recuperarla como un bien municipal.

La casona de los Duques de Terranova fue construida por la saga familiar entre 1881 y 1882 con el propósito de agasajar a Alfonso XII y ofrecerle una residencia de veraneo que les acabase beneficiando económicamente, su propósito inicial terminó fracasando. Aunque tanto ese monarca como su hijo, Alfonso XIII, se acabaron alojando allí en algún momento, nunca transmitieron a sus descendientes el amor por el lugar, lo que ha hecho que para el Rey Juan Carlos, por ejemplo, sea un sitio totalmente ajeno. La primera gran propietaria del palacete fue María Eulalia Osorio de Moscoso y Carvajalduquesa de Medina de las Torres. Un polémico reparto familiar apartó a los duques de Terranova del lugar a principios del siglo XX, dejándolo para siempre en manos de la rama familiar de los Medina. Hubo “lloros, dolor y separación” entre las dos ramas familiares. La que ganó la disputa se preocupó de rodear la casa de especies arbóreas de otros países, de plantar hortensias de todos los colores y de hacer crecer avellanos o palmeras poco habituales en el norte de España; una belleza que surgió de la amargura de un enfado entre familias.

Dimensiones espectaculares: 3 plantas llenas de dormitorios de techos altos, 1 entrada presidida por una despampanante galería, cristales rotos en algunas de sus 144 ventanas, óxido forjado, puertas y ventanas de medra tallada y un aire espectral que parece más propio de una película de fantasmas que de una propiedad que vivió días de esplendor, grandes bailes y recepciones de lujo; un lugar que esconde como trasfondo una apasionante historia.

Una historia de … Decandencia

A principios del siglo pasado, los pazos que rodean la zona en donde se aloja la casona de los Duques de Terranova pertenecían a Emilia Pardo Bazán, escritora naturalista y condesa. Tierras que han pasado de unos propietarios a otros hasta que los antepasados familiares de Blanca Suelves y Gonzalo de la Cierva cedieron parte de los terrenos al Concello de Vilagarcía que aprovechó para ampliar los muelles de carga.

La ampliación de los muelles fue la que alejó a la familia propietaria de sus veraneos allí. Las vistas que daban al mar se estropearon para siempre. En donde antes veían una bahía ahora solo veían docenas de naves industriales.

Una mañana de verano, la mansión apareció tapiada y cuando las pintadas llenaron sus paredes, los duques de Medina de las Torres volvieron a tapiarlas. Pero nada de eso pudo impedir que varios vándalos robasen objetos de la mansión de los Duques de Terranova y en su Capilla. Al no ser visitada desde la década de los 50, por la casona pasaron yonkis y todo tipo de vagabundos que acabaron robando muchas de sus propiedades, algunas de ellas pertenecientes a la mismísima madre de Alfonso XIII.

La rehabilitación de la casona de los Duques de Terranova costaría entre 3 o 4 millones de euros y requeriría una restauración integral de estructura, suelos, tuberías y instalaciones eléctricas …

Curiosidades: el arquitecto José Luis Paulos ideó hace varios años un plan arquitectónico para convertir la casona de los Duques de Terranova en un hotel de 4 estrellas y la familia propietaria autorizó en 2013 el rodaje del corto de terror ‘Cuando la curiosidad te mata’ dentro de sus paredes. Fuente.

Esta entrada tiene 4 comentarios
  1. ¡Fantástico post! No sabía de su existencia y me parece fascinante. Lo tengo en cuenta para la próxima vez que vaya a Galicia. Gracias por etiquetarme en twitter, así no me lo pierdo?

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