Pazo de Lourizán, Pontevedra
El Pazo de Lourizán se encuentra en el km 3,5 de la PO-546 en uno de los barrios que forman parte de Pontevedra: Lourizán. Se trata de una finca de unas 54 hectáreas bien cercada sorprendiendo al visitante con la verja y portales de hierro orginales de finales del siglo XIX que dan acceso a un espacio ajardinado de más de 1.900 especies autóctonas y exóticas, muchas de ellas centenarias; como carballos, castaños, cedros, magnolias, bidueiros, cipreses, sequoias, araucarias… Varios de estos árboles aparecen en el Catálogo de Árbores Senlleiras da Xunta.
El recinto actual es el resultado de una compleja historia de usos y propietarios: granja en el s.XV, lugar de residencial durante el s.XVIII, propiedad de Francisco Genaro vendida a Buenaventura Marcó del Pont durante parte del s.XIX … Sin embargo, la Finca de las Rías de Lourizán conoció una gran época de esplendor cuando fue adquirida por Don Eugenio Montero Ríos (1832-1914) a finales del s.XIX. Republicano liberal, Jurista, Ministro en los gobiernos de Amadeo I y María Cristina de Habsburgo … Eugenio Montero Ríos encarga una ampliación del viejo Pazo de Sierra al arquitecto vallisoletano Genaro de la Fuente. El resultado es una genial construcción modernista con reminiscencias románticas de finales del s.XIX en la que destaca su fachada formada por la gran escalinata de corte imperial con balaustrada custodiada por estatuas de aires clásicos sobre profusas columnas que ascienden hasta la terraza de la entrada principal; sus grandes vidrieras y su torre reloj. En el jardín, de estilo romántico, podemos encontrar diversas fuentes históricas: la Fuente de la Concha (s. XVIII), la Fuente de los Tornos (s. XVII) y la Fuente o Gruta de los Espejos (s. XIX), adornada con vidrios de colores. Además, en las sendas y entre la exótica vegetación se encuentra un hórreo, un palomar, un gran invernadero modernista de hierro, varias edificaciones que podrían tener su origen en el s.XVIII, una mesa de 6 m de una sola pieza traída desde la Illa de Tambo, un molino de agua, y un lagar.
Un escenario ideal en el que Montero Ríos utiliza el Pazo de Lourizán no sólo como residencia veraniega sino como escenario de la política española, pues, lo convierte en un foro de reunión de las personalidades más influyentes del momento. En sus salones se negoció en 1.905 el Tratado de París, por el cual se cedieron las últimas tierras coloniales: islas de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam.
La Diputación de Pontevedra adquirió la propiedad a principios de los años 40 y la convirtió en lo que en la actualidad es el Centro de Investigación Forestal de Lourizán que ayuda a la protección, conservación y mejora del patrimonio forestal de Galicia.
Visitar el Pazo de Lourizán y sus jardines es una experiencia para los sentidos y unos de los grandes recursos patrimoniales y naturales de las Rías Baixas.
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