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Pico Sacro: Mitos, Leyendas y Supersticiones

Pico Sacro: Mitos, Leyendas Y Supersticiones

A poco más de 10km de Santiago se levanta, imperturbable, el Pico Sacro. Este cono montañoso se ubica en el Concello de Boqueixón y es perceptible desde 30km a la redonda. Resulta ser uno de los atractivos naturales del municipio rural por cuyo territorio atraviesa una de las etapas de la Vía de la Plata del Camino de Peregrinación hasta Compostela.

El Pico Sacro es un cono montañoso de 533m de altitud respecto el nivel del mar formado por un macizo de cuarzo que evoca misterio gracias al reflejo del sol y de la luna. Además, su fuerza atrae las intensas lluvias del invierno y dispersa las fuertes tormentas de primavera.

El Mirador Panorámico del Pico Sacro

Desde la N-525 y a la altura del PK 328 -parroquia de Lestedo– una carreta bien señalizada conduce directamente hasta el aparcamiento del Pico Sacro. Desde él, un pronunciado camino da paso a una gran escalera de madera en zig-zag que alcanza los principales atractivos a visitar en el importante macizo geológico del Pico Sacro. Cabe señalar la Capilla de San Sebastián, restos de un aljibe excavado en la roca, el pasillo artificial conocido en como «a rúa», el vértice geodésico de la cima y el increíble mirador panorámico que hace del Pico Sacro el mejor balcón sobre el valle del Río Ulla, las tierras de Santiago (se distinguen las torres de la Catedral de Santiago y la Ciudad de la Cultura), el valle da Mahía, los picos del Barbanza, la ría de Arousa o la Serra do Faro y O Candán.

La Capilla de San Sebastián

En el año 912 el obispo compostelano Sisnando fundó en la cumbre del Pico Sacro un monasterio dedicado a San Sebastián, que se regulaba por la regla de San Benito basada en el trabajo y en la oración de los monjes (ora et labora). Probablemente el nombre de la parroquia de San Lorenzo de la Granja derive del territorio de explotación agrícola que estaba bajo dominio monástico. La edificación que existe hoy en día data del siglo XI con una remodelación posterior en el siglo XII. Su interior es modesto, con arco que separa el presbiterio de la zona de los fieles. En los lados del arco hay dos columnas con capiteles de trazos románicos. El altar está presidido por una talla antigua de San Sebastián, parte de un antiguo retablo de 1873.

Romería de San Sebastián

Esta Capilla tiene una gran importancia religiosa por la devoción a San Sebastián. La fiesta en su honra se celebra los días 20 de enero y el último domingo de mayo. Los devotos acuden a este santo milagroso para curar las enfermedades de los huesos y particularmente las de las piernas. Además de asistir a la tradicional misa, el ritual consiste en pasar una rama de tuya por la imagen del santo y después por las piernas o parte del cuerpo que los fieles necesitan sanar.

Pico Sagro, Pico Sagro, sáname deste mal que eu traio.

La Reina Lupa y la Traslatio del Apóstol en el Pico Sacro

Según la tradición más extendida, fue en las laderas del Pico Sacro donde tuvo lugar el segundo milagro protagonizado por los discípulos del Apóstol, Teodoro y Atanasio, y la Reina Lupa, que en aquellos tiempos dominaba estas tierras. A pesar de haberles empujado a una anterior emboscada, los seguidores del Apóstol -que habían trasladado en barca hasta Galicia sus restos- habrían acudido de nuevo a la reina para insistirle en la necesidad de poder enterrarlos tierra adentro. La soberana, por entonces aún pagana, les pone de nuevo a prueba y les envía al Pico Sacro con el pretexto de que allí podrán localizar unos bueyes que eran de su propiedad con los que podrían tirar del carro que trasladaría los restos del Apóstol hasta la actual Compostela.

La reina Lupa sabía que en realidad los bueyes eran toros bravos. Al llegar a la legendaria cima Teodoro y Atanasio se habrían encontrado con los toros bravos y, además, con un dragón. Ante el peligro, se arrodillaron e hicieron el símbolo de la cruz. Entonces, el dragón estalló en mil pedazos, los toros se amansaron y la reina Lupa, sorprendida ante el milagro, se convirtió al cristianismo. Los restos del Apóstol fueron trasladados hasta el monte Libredón donde durante siglos permanecieron ocultos hasta el milagro del «Campus Stellae» del s.IX.

Además de esta importantísima leyenda existen otras que nacen directamente de la sabiduría popular y que tienen como protagonistas a personajes mitológicos de la tradición gallega: los moros o las serpientes que habitan en las misteriosas cuevas que hay cerca de la cima.

Una Fortaleza Defensiva

Dada su ubicación, el Pico Sacro  ha sido desde épocas antiguas un lugar de interés tal como lo demuestran los diversos restos arqueológicos existentes en su entorno: petroglifos y mámoas.

Sin embargo, su característica silueta contó con la construcción del monasterio benedictino de San Sebastián durante el s.IX aunque las duras condiciones de vida provocaron la marcha de los monjes benedictinos. A lo largo de la alta Edad Media se levantó un baluarte militar a fin de defender Compostela.

Aunque no será hasta el s.XV cuando en el Pico Sacro se edifique una fortaleza tan abrupta como inexpugnable conocida como Montesagro bajo la orden del Arzobispo Alonso de Fonseca. La obra recibió la piedra del Castillo Rocha Forte de Santiago de Compostela y restos de obras anteriores. Se cree que la Capilla de San Sebastián ha sido parte de esta fortaleza a modo de despensa. Poco tiempo después, el castillo perdió su función defensiva a favor de las órdenes religiosas que se dedicaban a defender el Camino. Por ello fue abandonado hasta quedar en el olvido.

A día de hoy se aprecian los restos donde se asentó la fortaleza: rebajes y resaltes en las rocas, escaleras labradas, un gran aljibe, el calabozo o la bodega dan muestra de ello.

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