El Puente Colgante de Calvelo, Cotobade
El Concello de Cerdedo-Cotobade es por su extensión y por su cercanía a Pontevedra una muy buena opción para realizar pequeñas incursiones a espacios mágicos llenos de encanto y diversidad natural y etnográfico. Por ello, desde Guíate Galicia os proponemos disfrutar de un bello rincón que se encuentra en la ribera del Río Lérez: el Puente Colgante y la Playa Fluvial do Canal con sus paseos de ribera. Su acceso es sencillo ya que desde la propia N541, a la altura del núcleo de Calvelo en el K85 hay un desvío asfaltado de 800m que llega hasta las proximidades del Puente Colgante y la Playa Fluvial, en cuyo aparcamiento puede quedar estacionado el vechículo.
Desde el aparcamiento hasta el Puente Colgante hai unos 100m, de los cuales una parte transcurren a través de un sendero que enlaza con una pasarela de madera que conduce directamente hasta el Puente Colgante suspendido sobre las aguas del Río Lérez uniendo las orillas de Calvelo y A Retorta, incorporadas a la Red Natura 2000. Se trata de uno de los pocos pasos existentes en varios kilómetros que atraviesan el angosto valle del río.
El Puente Colgante, de estilo moderno y propiedad municipal está formado por dos estructuras de obra en cuyas cabezas se apoyan los gruesos tirantes de acero que soportan la plataforma de madera. Cuenta con una longitud aproximada de 30m de largo, suspendida a unos 18m sobre las aguas del Lérez.
Desde el centro del puente se da cuenta de unas excelentes vistas panorámicas de las riberas del río de vegetación multicolor. Aunque a ambos lados del paso elevado destacan sendas construcciones pintorescas y etnográficas: un hermoso molino de agua con cubierta de piedra a dos aguas a un lado del puente y las ruinas de otro viejo molino en el que se descubre el canal en cuya parte final aún se halla el rodicio vertical y otros elementos como piñones y cremalleras encargadas de mover la muela, aún visible con el viejo ensamblaje.
Y en las proximidades…
Visita el Petroglifo do Piñeiral da Güiela
Se trata de un conjunto de arte rupestre localizado a finales de 2020 gracias a la limpieza del lugar por parte de la Comunidad de Montes de Calvelo. El conjunto arqueológico cuenta con su propia historia, pues, ya que en 1925 Xosé Núñez Búa -de recogida folclórica por el valle del Lérez- habla de su existencia tal y como lo demuestra un artículo publicado por Don Florentino López Cuevillas tres años después, en 1928. Sin embargo, han tenido que pasar casi 100 años para redescubrirlo y constatar que se trata de una composición de elementos circulares concéntricos.
Muíños do Aveneiro
Siguiendo el camino forestal paralelo al «Regueiro da Esquipa» se aparece todo un entorno natural y etnográfico lleno de belleza formado por vegetación de ribera autóctona, pasarelas singulares de madera, los molinos do Aveneiro (y sus canles) en estado ruinoso que se localizan próximos a los saltos de agua y las pozas que forman las aguas de pequeño curso fluvial en su recorrido hacia el Río Lérez.