Ruta dos Muíños do Picón e do Folón, O Rosal
Uno de los reclamos más espectaculares del Concello de O Rosal es «A Ruta dos Muíños do Picón e do Folón» PRG-94 cuyo recorrido se haya localizado en un auténtico balcón natural hacia la comarca del Baixo Miño. Para llegar hasta el inicio de la senda se recomienda seguir la múltiple señalización colocada en el municipio y que permite llegar directamente hasta el aparcamiento en el que, además, se ha construido un área de servicios públicos: mesas, cantina, wc y también la oficina de turismo. La ruta está integrada por 60 molinos en escalera por dos laderas formando un imponente conjunto de ingeniería tradicional declarado Bien de Interés Cultural en 1998.
La historia de los Molinos
Dentro de los diferentes tipos de molinos existentes, se pueden clasificar como molinos de rueda motriz horizontal, y dentro de estos, en los Muíños do Folón e do Picón podemos encontrar molinos de canal y molinos de cubo, donde se almacenaba el agua en los molinos superiores para pasar de unos a otros aprovechando el desnivel.
Los molinos más antiguos datan de principios del siglo XVIII (1702 y 1715), aunque también los hay del siglo XIX. En los dinteles, jambas, umbrales y paredes (tanto interiores como exteriores) se perciben numerosas marcas de cantero y de los sucesivos propietarios (nombres, apellidos …). Entre las marcas y señales existentes destacan las cruces y los cálices. Todos están construidos con piedra y en pendiente junto al río para aprovechar la fuerza motriz del agua. De ellos salía la harina de maíz, pero también la de centeno o la de trigo para el consumo familiar. La vida activa de los molinos se acaba en torno a la década de los años 30 del siglo pasado como consecuencia de la llegada de la electricidad.
La Ruta de Senderismo dos Muíños do Picón e do Folón
Se trata de un itinerario de poco más de 3,5 kms de dificultad media. Se recomienda ir provistos de ropa deportiva y calzado cómodo, agua y una visera. La ruta arranca en el propio aparcamiento siguiendo un camino forestal cuyo enlace con otro totalmente empedrado hace que sea la primera impresión sorprendente de las muchas que aún restan por experimentar. La ruta asciende con dureza por la ladera donde se encuentran 24 molinos conocidos como O Picón movidos por las aguas del Ramal Picón del Río Cal. De hecho siguiendo la señalización y a medida que va quedando atrás el conjunto etnográfico se perciben perfectamente en el viejo camiño dos frailes «las rodadas» (o marcas) dejadas por el paso de las ruedas de los carros que transportaban el maíz y la harina elaborada. Es importante fijarse en los detalles, pues, no todos los molinos son iguales ya que unos cuentan con cuadras, otros con cobertizos, argollas para sujetar los animales y abrevaderos.
Desde lo alto de “Chan de Cereixeira” se tiene una formidable vista sobre la desembocadura del Río Miño, el valle de O Rosal, el Monte de Santa Tecla y, al fondo, Portugal. También hay un desvió a la Ermida de San Martiño, meta todos los 11 de noviembre de una popular romería.
Entre las abundantes manifestaciones de arquitectura tradicional cabe destacar otros elementos etnográficos reseñables: las pontellas y las «poldras» (pasos de piedra) sobre los riachuelos que nacen tras el salto de las aguas que forman la bonita Cascada del Río Folón.
Siguiendo la señalización y dejando atrás el alto de Chan de Cereixeira comienza el descenso por la ladera del Río Folón con la perspectiva increíble de los 36 Muíños do Folón escalonados, las diferentes escalinatas de piedra y los miradores desde los que realizar las mejores fotografías de la ruta.
Cruzando alguna pasarela de madera, más poldras y un tramo de camino forestal, la ruta de acaba junto al molino de cubo que funciona como Oficina de Turismo (próximo al aparcamiento) y museo vivo gracias a las demostraciones en vivo incluidas en las visitas organizadas o para escolares.
¡No pierdas la oportunidad de disfrutar de la arquitectura tradicional, de la naturaleza y de las mejores vistas hacia el tramo final del Rio Miño!